viernes, 11 de julio de 2014

Valoración de los desequilibrios energéticos



   Para conocer los desequilibrios que afectan al paciente y que son la causa de su enfermedad, el acupuntor dispone de diferentes métodos de valoración. De ellos, el que se utiliza desde hace milenios y el más eficaz, según nuestra opinión, es la Toma de Pulsos. Este sistema de valoración, consiste en presionar con los dedos de la mano del terapeuta sobre diferentes tramos arteriales del enfermo, con el fin de comprobar la mayor o menor fuerza del impulso sanguíneo en ellos. 

   Como cada uno de estos tramos arteriales, se corresponden con un meridiano, el acupuntor puede valorar por este método, cuáles de ellos se encuentran en desequilibrio por exceso, insuficiencia o bloqueo de la energía, y de ese modo, preparar el tratamiento más adecuado para corregir tales desajustes que son los causantes de la enfermedad.

   Otro de los sistemas de valoración que nosotros empleamos, es el registro de los dos pabellones auriculares, lugar donde se reflejan cada una de las partes en las que se divide la anatomía humana. Para ello, utilizamos localizadores electrónicos que revelan la resistencia eléctrica de cada una de estas reflexologías, señalándonos con ello que partes del organismo se encuentran en disfunción. Con estos datos, se aplica después el tratamiento correspondiente sobre la oreja. El conjunto del organismo, también se refleja en la planta del pie, la nariz, la parte superior de la cabeza, etc.

 
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lunes, 30 de junio de 2014

Efectos secundarios de la Acupuntura



   Aunque en términos generales, el enfermo va mejorando poco a poco a medida que se le van aplicando las sesiones que componen un tratamiento, hay ocasiones en las que pueden aparecer varios tipos de reacción después de cualquiera de las sesiones aplicadas. Reacciones éstas, tras las cuales suele sobrevenir una notable mejoría. 

Cada una de estas reacciones, tiene una duración de día y medio como máximo y son las siguientes: 
  • Cansancio placentero que obliga a dormir. 
  • Ligero Dolor de cabeza. 
  • Décimas de fiebre. 

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viernes, 27 de junio de 2014

Una pequeña introducción a la acupuntura



   La Acupuntura es un sistema científico de tratamiento, capaz de mejorar, corregir o prevenir las enfermedades sirviéndose para ello de la estimulación producida en diferentes puntos anatómicos ubicados en distintas partes del organismo humano o animal. La estimulación de estos puntos anatómicos, llamados puntos de acupuntura, puede realizarse por medio de diferentes instrumentos, como las conocidas agujas de acupuntura, el laser u otros, instrumentos estos, que son los que habitualmente se usan en la práctica de esta ciencia milenaria.

   Para entender con mayor facilidad en qué consiste el sistema energético vital, haremos una comparación con otros sistemas con los que estamos más familiarizados, como por ejemplo el sistema circulatorio, que partiendo del corazón, se extiende por todo el organismo sirviéndose para ello de diferentes vasos arteriales que distribuyen la sangre enriquecida por todo el cuerpo. Así mismo sucede con el sistema nervioso, que partiendo del cerebro, se extiende a lo largo y ancho de la anatomía humana, utilizando múltiples ramificaciones nerviosas capaces de aportar la sensibilidad necesaria a todo el conjunto anatómico.

  Pues bien, con igual similitud, existe también un extenso sistema de recorrido de la energía, que partiendo de los pulmones, el estómago y los riñones, se extiende por cada una de la partes orgánicas, cabeza, tronco (órganos y extremidades), nutriendo de energía vital a cada una de ellas. Esta energía procede de la alimentación ingerida en el estomago, el oxigeno recibido en los pulmones y la energía ancestral depositada en los riñones del individuo por sus progenitores. Hoy llamada genética por la medicina moderna, pero que los iniciados en acupuntura ya conocían hace milenios. 

   La correcta distribución de esta energía vital por todo el organismo, es lo que hace posible el funcionamiento de los órganos principales (hígado, pulmones, estomago, etc.) y por tanto, de la vida. Los recorridos energéticos por los que discurre esta energía vital reciben el nombre de Meridianos o Canales energéticos. El número de estos canales es de catorce. Llevando diez de ellos el nombre del órgano principal con el que más relación tienen, esto es: Meridiano del Pulmón, Meridiano del Intestino Grueso, Meridiano de la Vejiga, del Corazón, etc.

   La obstrucción en el recorrido de la energía de estos meridianos, así como el exceso de fluido energético en ellos (plenitud) o la deficiencia (vacio), impiden que la energía llegue en la cantidad debida a los órganos principales y otras partes anatómicas por las que discurren, ocasionando con ello la mayor parte de las enfermedades



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lunes, 23 de junio de 2014

¿Por qué Acupuntura?



    ¿Por qué Medicina Tradicional China? ¿Por qué Acupuntura-moxibustión? ¿Es que no bastan los recursos que tenemos en Occidente para curarnos? Desde luego que no; cuando se trata de la salud, nada es suficiente. Desde siempre, la lucha del hombre contra las enfermedades ha sido una parte muy importante de esa otra lucha, más amplia, a favor de la salud, del bienestar y del progreso.

    La medicina tradicional puede seguir cumpliendo una función importante en la protección de la salud, no sólo en los países en vías de desarrollo, sino también en las sociedades avanzadas, ya que tiene un alto grado de eficacia en la cura de las enfermedades, respeta al hombre y le da un papel de protagonista en la lucha contra la enfermedad; sus métodos de actuación se inscriben entre los que tienen los cánones más respetuosos con la ecología, sus bajos costes hacen que sea un instrumento inapreciable para responder a las dificultades financieras que atraviesa el mundo de la sanidad en todos los países, incluso, y quizás sobre todo, en los más avanzados.

    La medicina moderna se ha difundido ya en todo el mundo, está muy organizada y es muy poderosa, pero paralelamente hay medicinas tradicionales cuyos orígenes son antiquísimos. Son fruto de milenios de experiencia acumulada y sedimentada, a menudo muy distintas unas de otras, tanto desde el punto de vista teórico como en sus formas de aplicación, que son muy dispares. Esta diversidad se debe al hecho de que han nacido en entornos geográficos distintos, con diferentes climas, en varios momentos históricos y en diferentes contextos culturales.

   Entre todas las medicinas tradicionales, la Medicina Tradicional China tiene una peculiaridad importante, es la única que, a lo largo de este último siglo, ha visto progresar sus principios con una sistematización constante y la codificación de su teoría, en la que se ha basado la práctica clínica durante milenios.

    La Medicina Tradicional China está muy alejada de la medicina moderna, no sólo porque el contexto en el que una y otra se han generado es distinto, sino principalmente por los supuestos teóricos en el que ambas se apoyan. La lógica de la medicina moderna conduce a dividir al hombre en sistemas, de forma que a un paciente que tenga un síndrome complejo se le somete a examen por parte de distintos especialistas, cada uno de los cuales se dedica a la parte que le compete.

   El pensamiento de la Medicina Tradicional China, en cambio, presta muchísima atención a las interrelaciones entre el hombre, el medio ambiente natural y su entorno social. Los cambios de los procesos naturales y la armonía entre el cuerpo y el espíritu se observan con una óptica dialéctica que subraya la unidad de los opuestos y actúa según procesos dinámicos que investigan la realidad de los síntomas y la transformación del estado de salud en enfermedad y viceversa.

    De hecho, basándose en el análisis dialéctico de la vida humana, las teorías de la Medicina Tradicional China hacen hincapié en las relaciones entre lo externo y lo interno, entre las estructuras particulares y el cuerpo humano en su globalidad, subrayando la transformación recíproca de la energía en materia, de las funciones y de las informaciones y colocando en un segundo plano los aspectos estructurales y morfológicos del organismo.

    La patogénesis no se limita a tomar en consideración los factores infecciosos, los traumas, la alimentación, sino que subraya también las influencias que ejerce el clima y aquéllas que tienen alguna correlación con el estado psíquico y mental del paciente. El diagnóstico es resultado del análisis combinado de los síntomas y de los signos de la enfermedad. Estos representan la exteriorización de los procesos patógenos, pero al mismo tiempo están ligados a fenómenos diatésicos típicos de cada constitución, por lo que pueden coexistir síntomas distintos en una misma enfermedad o síntomas iguales en enfermedades completamente distintas.

   La terapia, raras veces tiene como único objetivo el de eliminar los factores patógenos; principalmente tiende a corregir los desequilibrios funcionales y el resultado esperado consiste en reforzar la resistencia del cuerpo y en la subsiguiente eliminación de los factores patógenos.

   En pocas palabras, un síntoma teórico complejo y completo interpreta la enorme variedad de los fenómenos inherentes al ser vivo y permite poner en juego su riqueza, guiando así la práctica terapéutica.

   La acupuntura y la moxibustión son componentes de relieve en la Medicina Tradicional China, son procedimientos importantes que se utilizan para prevenir y tratar las enfermedades mediante la colocación de agujas o la aplicación de calor con lana de moxa encendida sobre determinados puntos del cuerpo. Son muy eficaces y sólo exigen un equipamiento reducido, han sido muy populares en China y en otros lugares a lo largo de milenios.

   Los comienzos y el desarrollo de la acupuntura y de la moxibustión han sufrido un proceso histórico muy largo. Son fruto de la experiencia acumulada de las masas trabajadoras chinas a lo largo de muchos siglos de lucha contra la enfermedad. Ya desde la Edad de Piedra la gente empleaba agujas realizadas en piedra para fines curativos. Dichas agujas se conocen con el nombre de bian y son instrumentos rudimentarios de la acupuntura. Cuando la sociedad humana entró en la Edad de Bronce y luego en la del Hierro, las agujas fabricadas con dichos metales sustituyeron a los bian de piedra. Con el desarrollo de la técnica productiva social, los instrumentos para pinchar se sometieron a constantes mejoras, sentando las bases para un mayor perfeccionamiento de la acupuntura. La moxibustión comienza tras la incorporación del fuego en la vida del hombre. Se presume que las poblaciones de la antigüedad, al calentarse junto al fuego, notarían de forma meramente accidental alivio, o la desaparición de determinados dolores o enfermedades, cuando determinadas zonas de la piel se sometían a la quemazón. Las hojas de moxa se eligieron más tarde como material de cauterización, ya que prendían con facilidad y producían un calor ligero y eficaz para la eliminación de obstrucciones en los canales y en los colaterales. Así empezó el arte de la moxibustión.

   La Acupuntura-moxibustión se nos presenta como un método terapéutico cada vez más importante; su mayor mérito es que se trata de una terapia no farmacológica y, por consiguiente, respeta la integridad del organismo, ya que no recurre a instrumentos artificiosos, como la introducción de sustancias extrañas. Se la puede considerar una terapia verdaderamente ecológica para la naturaleza del hombre.

ALFIO BANGRAZI
Presidente del Instituto Paracelso Roma (Italia)


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